Jeffrey Lionel Dahmer
Él en junio de 1978, cuando tenía 18 años, encontró a Steven Hicks haciendo autoestop, y lo llevó a su casa. Dahmer era homosexual y tenía la fantasía de recoger a un autoestopista y acostarse con él. Una vez en su casa, se dio cuenta de que Hicks no era homosexual, y cuando éste quiso irse, Dahmer no pudo soportarlo y lo golpeó en la cabeza para luego estrangularlo con una pesa. Luego lo desmembró y lo puso en bolsas de plástico, y las metió en su coche con intención de tirarlas por un barranco. A medio camino la policía lo detuvo por conducir demasiado a la izquierda. Le preguntaron por las bolsas que llevaba en el asiento trasero y Dahmer contestó que era basura. Le creyeron, y como pasó el test de alcoholemia, le pusieron una multa por conducir fuera de su carril y le dejaron ir. Volvió a su casa con los restos del cadáver y los llevó al sótano exceptuando la cabeza con la cuál subió al baño del segundo piso donde la lavó y la apoyó en el suelo para masturbarse. Posteriormente la volvió a llevar con el resto del cuerpo y guardó las partes del cadáver en una tubería de la casa. Después de abandonar la universidad y volver del ejército desenterró los restos, destruyó los huesos y los esparció en la maleza. Tras su primer asesinato se sintió culpable y asustado, intentó reprimir sus deseos sexuales-homicidas acudiendo a la iglesia, dejando el alcohol y manteniéndose en estado de celibato. Vivió así un tiempo, lo que explica que pasaran casi diez años hasta su siguiente crimen. Pero con el tiempo pensó que podía intentar satisfacer algunos de sus deseos sin hacerle daño a nadie, volvió a beber y empezó a frecuentar lugares de ambiente gay. En 1986 fue detenido por exhibicionismo público, poco antes había querido desenterrar a un joven muerto hacía unos días, para disfrutar de su cuerpo.
En septiembre de 1987, conoció a Steven Toumi en un bar gay. Allí bebieron mucho y fueron a su habitación de hotel. Dahmer no recuerda cómo lo asesinó, sólo que cuando despertó a la mañana descubrió que estaba muerto. Para deshacerse del cadáver, compró una maleta, en la que lo metió, y lo llevó al sótano de la casa de su abuela. Allí tuvo sexo con el cadáver, lo desmembró y lo tiró a la basura. Se quedó con la cabeza, a la cual hirvió y blanqueo, para después exponerla como trofeo en su habitación. Algunos meses después conoció a su próxima víctima, Jamie Doxtator. Doxtaror era un joven de catorce años que rondaba las puertas de los bares para homosexuales en busca de alguien para tener relaciones. De esta forma también conoció a Richard Guerrero en marzo de 1988.
Mientras era procesado por abuso de menores en 1989, Dahmer conoció a Anthony Sears en un bar. Le ofreció dinero para sacarle unas fotografías y lo llevó a la casa de su abuela donde lo estranguló, tuvo sexo con su cadáver y lo desmembró. Él quería que sus amantes se quedaran en la casa y ante la negativa de éstos los mataba. Después de cumplir su condena por abuso y de mudarse a su departamento en Milwaukee, Dahmer asesinó doce personas más hasta julio de 1991. En mayo de 1991, llevó a Konerak Sinthasomphone, hermano del joven por el que fue procesado por abuso, a su departamento. Allí lo drogó y le realizó unas trepanaciones en el cráneo para inyectarle ácido en el cerebro. El 22 de julio de 1991, Tracy Edwards, su última víctima, consiguió escapar esposado. La policía lo vio y esta vez decidieron investigar. Fueron al apartamento del hombre que lo había esposado y al revisar la habitación descubren varias fotografías de cadáveres, restos humanos y una cabeza en el congelador. Dahmer intentó huir, pero fue detenido. Edwards además fue identificado al salir a explicar su caso en televisión como acusado de una violación a una chica poco tiempo antes.
En su casa se encontraron las paredes llenas de sangre, cuerpos mutilados, siete cráneos y demás huesos. Días después vecinos de Dahmer dispararon a las puertas de su casa ante el horror que causó sus crímenes.
Él en junio de 1978, cuando tenía 18 años, encontró a Steven Hicks haciendo autoestop, y lo llevó a su casa. Dahmer era homosexual y tenía la fantasía de recoger a un autoestopista y acostarse con él. Una vez en su casa, se dio cuenta de que Hicks no era homosexual, y cuando éste quiso irse, Dahmer no pudo soportarlo y lo golpeó en la cabeza para luego estrangularlo con una pesa. Luego lo desmembró y lo puso en bolsas de plástico, y las metió en su coche con intención de tirarlas por un barranco. A medio camino la policía lo detuvo por conducir demasiado a la izquierda. Le preguntaron por las bolsas que llevaba en el asiento trasero y Dahmer contestó que era basura. Le creyeron, y como pasó el test de alcoholemia, le pusieron una multa por conducir fuera de su carril y le dejaron ir. Volvió a su casa con los restos del cadáver y los llevó al sótano exceptuando la cabeza con la cuál subió al baño del segundo piso donde la lavó y la apoyó en el suelo para masturbarse. Posteriormente la volvió a llevar con el resto del cuerpo y guardó las partes del cadáver en una tubería de la casa. Después de abandonar la universidad y volver del ejército desenterró los restos, destruyó los huesos y los esparció en la maleza. Tras su primer asesinato se sintió culpable y asustado, intentó reprimir sus deseos sexuales-homicidas acudiendo a la iglesia, dejando el alcohol y manteniéndose en estado de celibato. Vivió así un tiempo, lo que explica que pasaran casi diez años hasta su siguiente crimen. Pero con el tiempo pensó que podía intentar satisfacer algunos de sus deseos sin hacerle daño a nadie, volvió a beber y empezó a frecuentar lugares de ambiente gay. En 1986 fue detenido por exhibicionismo público, poco antes había querido desenterrar a un joven muerto hacía unos días, para disfrutar de su cuerpo.
En septiembre de 1987, conoció a Steven Toumi en un bar gay. Allí bebieron mucho y fueron a su habitación de hotel. Dahmer no recuerda cómo lo asesinó, sólo que cuando despertó a la mañana descubrió que estaba muerto. Para deshacerse del cadáver, compró una maleta, en la que lo metió, y lo llevó al sótano de la casa de su abuela. Allí tuvo sexo con el cadáver, lo desmembró y lo tiró a la basura. Se quedó con la cabeza, a la cual hirvió y blanqueo, para después exponerla como trofeo en su habitación. Algunos meses después conoció a su próxima víctima, Jamie Doxtator. Doxtaror era un joven de catorce años que rondaba las puertas de los bares para homosexuales en busca de alguien para tener relaciones. De esta forma también conoció a Richard Guerrero en marzo de 1988.
Mientras era procesado por abuso de menores en 1989, Dahmer conoció a Anthony Sears en un bar. Le ofreció dinero para sacarle unas fotografías y lo llevó a la casa de su abuela donde lo estranguló, tuvo sexo con su cadáver y lo desmembró. Él quería que sus amantes se quedaran en la casa y ante la negativa de éstos los mataba. Después de cumplir su condena por abuso y de mudarse a su departamento en Milwaukee, Dahmer asesinó doce personas más hasta julio de 1991. En mayo de 1991, llevó a Konerak Sinthasomphone, hermano del joven por el que fue procesado por abuso, a su departamento. Allí lo drogó y le realizó unas trepanaciones en el cráneo para inyectarle ácido en el cerebro. El 22 de julio de 1991, Tracy Edwards, su última víctima, consiguió escapar esposado. La policía lo vio y esta vez decidieron investigar. Fueron al apartamento del hombre que lo había esposado y al revisar la habitación descubren varias fotografías de cadáveres, restos humanos y una cabeza en el congelador. Dahmer intentó huir, pero fue detenido. Edwards además fue identificado al salir a explicar su caso en televisión como acusado de una violación a una chica poco tiempo antes.
En su casa se encontraron las paredes llenas de sangre, cuerpos mutilados, siete cráneos y demás huesos. Días después vecinos de Dahmer dispararon a las puertas de su casa ante el horror que causó sus crímenes.